Después de un inicio titubeante, Noel
Gallagher ha logrado labrarse una sólida carrera en solitario por la que pocos
apostaban. Council Skies (Sour Mash Records, 2023) podría
considerarse un resumen del camino recorrido hasta el presente: de chico
norteño de procedencia humilde a estrella del rock con una
trayectoria conseguida con sudor y esfuerzo. Noel ha aprendido a aceptar las
grandezas y miserias del pasado. Ha vuelto a la línea de salida mucho más
fuerte que antaño: la experiencia es un grado.
Que nadie espere un cambio de paradigma, el mancuniano continúa fiel a sus
raíces musicales: Paul Weller, Brian Wilson, Burt Bacharach y The Beatles.
Grabado en el estudio casero Lone Star Studios del propio Gallagher con la
colaboración de Paul Stacey, antiguo bajista e ingeniero de sonido de Oasis en
el denostado Standing of the Soulder of Gigants (Big Brother,
2000), nos encontramos con un elepé optimista y contemplativo sin grandes
aspavientos rockeros, en el que las texturas orquestales tienen más peso que las
guitarras. No en vano, trabajó los numerosos arreglos de cuerda con
la arreglista y violonchelista Rosie Danvers (Adele, Kanye West) en el mítico
Abbey Road.
Gallagher ha tomado prestado el título del disco de un libro del pintor Pete McKee —su universo de clase proletaria, zapatillas Clarks, bingos y fútbol encaja con la propuesta del cantante—, mientras que la portada —el equipo de High Flying Birds en el desmantelado estadio Maine Road—, homenajea al Manchester City. Después de sus últimos EPs influenciados por la música de baile en los que la electrónica jugaba un papel dominante, sorprende que Noel haya regresado a un estilo tradicional.
La cálida I’m Not Giving Up Tonight abre con su mezcla de pop, cuerdas, vientos y aroma northern soul: «No matter how far, wherever I roam, the good lady said she’s gonna guide me home, keep dancing to the sound of the music is all»… recuerda Noel con añoranza.
Pretty Boy fue el primer adelanto. Ochentera, pegadiza y con un bajo que remite a The Cure, cuenta con colaborador de lujo a la guitarra: Johnny Fucking Marr (The Smiths).
Gallagher canta en falsete en la balada Dead to the World, pieza intimista que parece narrar su reciente divorcio: «I can lend you a dream, Til we meet again, I’m dead to the world, I don’t know where I’ve been»… Como intérprete, ha mejorado con los años.
Open The Door, See What You Find —con Johnny Marr— y Trying to Find a World That’s Been and Gone: Part 1 son cortes sinfónicos estilo Whatever que tan buen resultado han dado al mancuniano desde siempre. Estos guardan muchas similitudes con el trabajo en solitario de Richard Ashcroft.
Easy Now recuerda a The Fab Four de la etapa Revolver (1966). Medio tiempo ensoñador con solo de guitarra envolvente, un himno destinado a estadios. Su videoclip está protagonizado por la actriz Milly Alcock (La casa del dragón. HBO).
Council Skies también suena retro. Más arreglos de cuerda. Soleada y melancólica, trata sobre los años formativos de Gallagher: «Catch a falling star and we might drink to better days, hiding what we find behind the sun, thinking of what might have been, and what the future says, waiting on a train that never comes»… Puro The Beach Boys.
En There She Blows! —con sus guitarras acústicas a lo George Harrison—, al igual que Love is a Rich Man— saxo y percusión que remite a The Stone Roses—, suben las revoluciones. Ambos temas podían haber encajado en el psicodélico Who Built the Moon? (Sour Mash Records, 2017).
Think of a Number cierra con energía: «Let’s think of a number, and I’ll try to guess your name, let’s drink to the future, I hope it comes round again»… El futuro de Noel es un lienzo en blanco prometedor.
En la edición Deluxe aparece el siguiente material: una actualización de la vieja cara B de Oasis, Don’t Stop…, la popera We’re Gonna Get There In the End, covers de John Lennon —Mind Games— y Bob Dylan —You Ain’t Goin’ Nowhere—, instrumentales de varios temas del elepé, lujosos remixes de David Holmes, Pet Shop Boys y Robert Smith, y cortes de la actuación en el programa Radio 2 Session (2021).
La espera de seis años ha valido la pena. Gallagher ha despachado una sólida colección de canciones que han recibido el aplauso unánime de la crítica. Por primera vez en su carrera solista, el fantasma de Oasis ha quedado atrás. El mancuniano ha publicado cinco sencillos, nada más y nada menos, echando toda la carne en el asador.
Aunque se mueva en coordenadas musicales vintage, paradójicamente, Council Skies suena moderno. Tal como ha sucedido con anteriores álbumes, probablemente alcance el número 1 en las listas del Reino Unido. Motivo de sobra para que la anhelada reunión de Oasis continúe en el limbo. Nostalgia la justa.