Cuando
un grupo debuta con un disco exitoso, las expectativas sobre su segundo
trabajo siempre son elevadas. Savages se desmarcaron del sonido de su primer
elepé a favor de un álbum afilado, rabioso e implacable en el que predominaban
las melodías sucias y la voz de la cantante Jehnny Beth.
Furia,
caos, calma y melancolía se dieron la mano en una serie de canciones cortas,
efectivas y perfectamente ejecutadas que destacaron por su variedad. El disco
arrancó con la enérgica «The Answer» (primer sencillo), en la que predominaba
una guitarra distorsionada, una melodía asonante y una sección rítmica
atronadora. Entre los temas más guitarreros sobresalieron el pildorazo punk
«T.I.W.Y.G.», «I Need Something New», «When I Love» y «Surrender». La evolución
de la banda fue notable y su sonido (que bebía de Siouxsie and the Banshees, Swans y Suicide en muchas
ocasiones) se notó cuidado hasta el más mínimo detalle gracias a la abrasiva
producción de Johnny Hostile.
«Evil»,
«Sad Person» y «Slowing Down The World», aunque eran temas más tranquilos,
nerviosos y crujientes, también estuvieron llenos de furia y dureza. Las letras
del álbum hablaban sobre todo tipo de sentimientos, entre ellos el amor, pero
desde su lado más oscuro y desolado, sobre todo de la angustia que implicaba el
mismo cuando no era correspondido. Savages perdieron la inmediatez de Silent
Yourself (Matador Records, 2013) pero ganaron profundidad. Todas las
componentes tuvieron su momento de lucimiento y ninguna despuntó sobre las
demás.
Por
último, el ritmo bluesero y reposado de la brillante «Adore» (puede que la
mejor canción que grabaran hasta la fecha) pareció extraído de Tender Prey (1988)
de Nick Cave & The Bad Seeds y en cuyo lóbrego videoclip Beth realizó una
performance llena de coraje, despecho y seguridad en sí misma. La triste
«Mechanics» resultó el cierre perfecto para un disco fiel (y continuista) al
estilo de una banda que se alejó de lo comercial a favor de la autenticidad.
A
diferencia de otras formaciones, Savages lograron un disco a la altura de su
predecesor sin repetir la fórmula que las llevó al éxito comercial; todo un
logro para un grupo que llevaba tan poco tiempo en el mundo discográfico.