viernes, octubre 03, 2025

SAVAGES — «ADORE LIFE» (MATADOR RECORDS, 2016)

Cuando un grupo debuta con un disco exitoso, las expectativas sobre su segundo trabajo siempre son elevadas. Savages se desmarcaron del sonido de su primer elepé a favor de un álbum afilado, rabioso e implacable en el que predominaban las melodías sucias y la voz de la cantante Jehnny Beth. Tal como se esperaba ante la calidad de Adore Life (Matador Records, 2016), la crítica no tardó en rendirse al talento de la formación.

Furia, caos, calma y melancolía se dieron la mano en una serie de canciones cortas, efectivas y perfectamente ejecutadas que destacaron por su variedad. El disco arrancó con la enérgica «The Answer» (primer sencillo), en la que predominaba una guitarra distorsionada, una melodía asonante y una sección rítmica atronadora. Entre los temas más guitarreros sobresalieron el pildorazo punk «T.I.W.Y.G.», «I Need Something New», «When I Love» y «Surrender». La evolución de la banda fue notable y su sonido (que bebía de Siouxsie and the Banshees, Swans y Suicide en muchas ocasiones) se notó cuidado hasta el más mínimo detalle gracias a la abrasiva producción de Johnny Hostile.

«Evil», «Sad Person» y «Slowing Down The World», aunque eran temas más tranquilos, nerviosos y crujientes, también estuvieron llenos de furia y dureza. Las letras del álbum hablaban sobre todo tipo de sentimientos, entre ellos el amor, pero desde su lado más oscuro y desolado, sobre todo de la angustia que implicaba el mismo cuando no era correspondido. Savages perdieron la inmediatez de Silent Yourself (Matador Records, 2013) pero ganaron profundidad. Todas las componentes tuvieron su momento de lucimiento y ninguna despuntó sobre las demás.

Por último, el ritmo bluesero y reposado de la brillante «Adore» (puede que la mejor canción que grabaran hasta la fecha) pareció extraído de Tender Prey (1988) de Nick Cave & The Bad Seeds y en cuyo lóbrego videoclip Beth realizó una performance llena de coraje, despecho y seguridad en sí misma. La triste «Mechanics» resultó el cierre perfecto para un disco fiel (y continuista) al estilo de una banda que se alejó de lo comercial a favor de la autenticidad.

A diferencia de otras formaciones, Savages lograron un disco a la altura de su predecesor sin repetir la fórmula que las llevó al éxito comercial; todo un logro para un grupo que llevaba tan poco tiempo en el mundo discográfico.