lunes, octubre 10, 2022

BUSH: "THE ART OF SURVIVAL" (BMG, 2022)

A mediados de los noventa, en plena resaca grunge, Bush lanzó una serie de álbumes que triunfaron en Estados Unidos. Su sonido que bebía de la escena de Seattle, Led Zeppelin, Ramones y The Who, no terminó de cuajar en una Inglaterra obnubilada por el Britpop. La crítica se cebó en la banda acusándolos de remedo de Nirvana. En aquella época existía un fuerte sentimiento nacionalista —veneración por la Union Jack, fútbol, Paul Weller, bebercio, Loaded, Blur Vs Oasis—; consideraron que Bush se había «vendido al enemigo». Nadie es profeta en su tierra. 

Conforme pasaron los años, el grupo continuó editando discos, pasó por altibajos, se disolvió y, después de una década inactivo, regresó con The Sea of Memories (Zuma Rock, 2011) que, aunque no fue un éxito de ventas equiparable a los viejos tiempos, sirvió para recuperar a sus incondicionales y conseguir a un nuevo público que jamás tuvo la oportunidad de verlos en directo. 

The Art of Survival (BMG, 2022) es la evolución natural de The Kingdom (BMG, 2020): guitarras pesadas, grandes melodías y coros infecciosos. Un elepé con un sonido crudo y amenazador que no está destinado a la radio. Fieles a su estilo, Bush suenan más noventeros que en los noventa. El mundo ha cambiado: corren malos tiempos para el rock

More the Machines fue el primer adelanto: un corte arenoso que roza lo industrial, perfecto para disfrutarlo en vivo. La atmosférica Heavy Is the Ocean —segundo sencillo— es un medio tiempo con una sección rítmica precisa, guitarras envolventes y un Gavin Rossdale que alterna entre rabia y melancolía.  

Slow Me y Shark Bite son las joyas ocultas del álbum. Enganchan desde sus primeros compases y no te sueltan hasta el final. Temas inmediatos, al estilo de Flowers on a Grave. Espectaculares. 

May Your Love Be Pure tiene el mejor estribillo del disco; perfecto para corearlo en directo. Human Sands es rocosa y con pinceladas electrónicas. En Judas Is A Riot la melodía avanza y retrocede, al estilo Smashing Pumpkins, en oleadas de distorsión sónica. 

El elepé no aburre en ningún momento. Te mantiene pegado al asiento, deseando saber qué vendrá a continuación. La producción de la dupla Erik Ron (Panic! at the Disco!) y Tyler Bates (Marilyn Manson) es impecable, la voz de Rossdale suena grave y con peso; los años no parecen pasar por el cantante. 

Kiss Me I'm Dead e Identity destacan por sus potentes riffs, ganchos melódicos y estribillos efectivos. En la balada Creatures On Fire, Rossdale cumple con su papel de crooner arrepentido; el único momento de calma del álbum. Gunfight nos devuelve a los Bush de siempre, afilados y vertiginosos. 1000 Years cierra con un medio tiempo reflexivo de groove crujiente. 

Bush son supervivientes de los noventa, cuando el rock era un producto de masas y triunfaba en los medios. A diferencia de otras bandas de la época, han logrado mantenerse en activo: treinta años de carrera no se consiguen con facilidad. 

The Art of Survival no supera las viejas glorias, —eso es imposible—, pero mantiene la dignidad. Aunque es improbable que la formación vuelva a disfrutar del éxito comercial de antaño, se ha labrado un estatus de culto con sudor, perseverancia y trabajo duro. Todo un mérito en los tiempos que corren.