¿Quién es Alexis Brito Delgado? Hoy lo sabremos a través de una pequeña entrevista.
Comenzamos por la primera pregunta
¿Quién es Alexis Brito Delgado?
Utilizaré
un fragmento de una novela que espero publicar en el 2023. Creo que me define a
la perfección:
Soy
acuario: tímido, sensible, impaciente y soñador. Ascendente Urano. Poseo una
personalidad desbordante, fuerte y atractiva. Amante del verano. Honesto,
tozudo, idealista, leal, tolerante y brutalmente sincero. Melómano de David
Bowie. Original, imprevisible y creativo. Una mezcla entre luz, oscuridad,
rabia incontenible y pasión descontrolada. Número ocho en el eneagrama. Mi
símbolo es el aire.
Nota:
mi abuela no crío a un nieto sin autoestima (risas).
¿Qué te empujó a publicar tu
novela?
Principios.
El manuscrito de Luz Blanca/Calor Blanco
fue rechazado por más de treinta editoriales durante los últimos quince años.
Resulta deplorable la estrechez de miras, elitismo y puritanismo del sector
literario de España. Negocio puro y duro. Nunca he escrito pensando en el mercado,
lo políticamente correcto o la opinión de los editores. Cuando no has nacido
con una cuchara de plata, por norma general, te cerrarán la puerta en las
narices. Así funciona el sistema: la clase obrera está condenada al ostracismo,
siempre ha sido ha sido así y siempre lo será. Henry Miller, Bukowski, William Burroughs, el Divino
Marqués de Sade, Thomas Bernhard… Esos son los escritores
que admiro, a los que deseo emular en la medida de mis posibilidades. Leerlos
me enseñó la lección más valiosa que he aprendido en la vida: tienes que hacer
las cosas a tu estilo, bajo tus propias reglas, sin tener en cuenta a los
demás. Decir las verdades a la cara, en definitiva. Las críticas han sido
positivas, a la gente le ha molado la historia. Respecto a las ventas… Lo
importante es sentirme realizado con mi trabajo, el resto es irrelevante.
¿Qué es lo que más miedo te da la
hora de publicar o de que todo el mundo pueda, por fin, leer tu historia?
Nada.
Soy increíblemente exigente conmigo mismo. Si no es perfecto, no me interesa.
He escrito más de veinte libros desde que empecé mi carrera como escritor.
Todos, sin excepción, han sido rechazados en menor o mayor medida. Aprendes a
vivir con ello, no queda otra. Al principio fue complicado, lo reconozco. Con
el paso de los años terminas asumiéndolo como algo natural. Cuando ofreces tu
obra al público, siempre recibirás críticas positivas y negativas. Es lo
normal: es imposible complacer a todo el mundo. Admito que con el paso del
tiempo me he radicalizado al respecto. ¿A nuestra sociedad bienpensante le
ofende todo aquello que se salga de las normas? Bueno, escribamos sobre ello.
Una bofetada en el rostro es el mejor modo de ponerle las pilas a cualquiera (risas).
¿Cómo fue crear a un personaje tan
insensible, enganchado a la heroína y un asesino sin escrúpulos?
Increíblemente
fácil. Reconozco que me siento atraído por los tipos turbios, sin moralidad,
impasibles y expeditivos. Mi concepto del antihéroe por excelencia es Mel
Gibson en Mad Max 2: parco en
palabras, atormentado por el pasado, vestido de cuero negro, con un perro y un cochazo.
Las cicatrices, físicas y espirituales, son imprescindibles en un protagonista.
Möhler es un individuo despreciable, reúne lo peor del ser humano, aún así, los
lectores terminan aceptándolo. Ello demuestra que hacer las cosas a mi manera
es el modo correcto. Sorprender es mi lema.
Una novela no apta para todos los
públicos, ¿qué les dirías a los lectores para animar a leer tu novela?
Si
quieres un libro crudo, escrito a la antigua usanza, sin la corrección política
que impera en la actualidad, tal como rodaban las películas de acción en los
ochenta, soy tu hombre (risas).
¿Qué puedes contarnos de la segunda
parte?
Fue
duro escribirlo. El trabajo con el que me gano la vida absorbe todo mi tiempo.
Aún así, poco a poco, a lo largo del 2021, logré finalizarla. Pienso que supera
la primera parte en todos los sentidos. Que es más intenso, oscuro y mejor
narrado que Luz Blanca/Calor Blanco.
El Alemán ha evolucionado, perfeccionado su instinto asesino, sin perder la
esencia que lo caracteriza. Hay violencia, sexo, asesinatos, torturas y muertos
por doquier. Si Sam Peckinpah estuviera vivo, sería el director ideal para
rodar la historia. Cuanta más sangre, mejor. Detesto las medias tintas.
¿En el futuro te ves escribiendo
otros tipos de géneros o serás fiel a este estilo?
Nunca
me he casado con un solo género. He escrito ciencia ficción, fantasía heroica,
novela bélica, autobiografía, relatos, novela histórica, poesía, reseñas
literarias, críticas musicales… De hecho, para el 2023 quiero publicar una
nueva saga literaria: La trilogía del Jinete de Ácido Eléctrico. Una serie de
novelas autobiográficas inspiradas en mi adolescencia, la vida de mi padre y
diversos géneros musicales: Madchester
(primera parte), Britpop (segunda
parte) y Post-punk Revival (tercera
parte) que me han influenciado como persona. La considero mi obra más
confesional y ambiciosa. Por la que quiero ser recordado cuando muera. No veo
la hora de terminar la serie Cazador a sueldo para involucrarme en ella.
¿Cuando lees, qué tipo de novela
escoges?
Siempre
leo libros relacionados con la obra que estoy escribiendo para inspirarme.
Llevo dos años inmerso en la novela negra. Mis autores favoritos del género: Raymond Chandler,
Mario Puzzo, Jim Thomson, James Ellroy, Dashiell Hammett, Ted Lewis, James Lee
Burke, Elmore Leonard, George C. Higgins, Patricia Highsmith, Lee Child, Edward
Bunker… Si
contara con tiempo y recursos, compraría todos los títulos de Sajalín
Ediciones. Me encanta su catálogo.
Enlace original:
http://60gameover.com/entrevistas/