Ejecutados
por la orquesta danesa Echo Collective, World
Beyond (Mute Records, 2018), reinterpretación sinfónica de los temas de World Be Gone, amplía la paleta sonora
de Erasure gracias a unas canciones maduras y con aroma clásico. No es la
primera vez que el grupo utiliza este recurso: en 1987 lanzaron el elepé de remixes
The Two Rings Circus como
acompañamiento de The Circus, su
segundo disco de estudio.
A
diferencia de trabajos anteriores, las letras tratan sobre política —críticas al
Brexit y al gobierno conservador de Donald Trump—, reivindicación de los
derechos del colectivo LGTB o el estado del mundo; nada que ver con el tono
superficial y en ocasiones frívolo, centrado en temáticas amorosas, típica de
la formación desde principios de su carrera.
La riqueza
melódica del álbum es incuestionable —violines, arpa, cello, bajo, piano y
vibráfono—, reduciendo las piezas a su mínima expresión. Las nuevas tomas
vocales de Andy Bell —aunque en la actualidad no se encuentre en su mejor momento como intérprete—, sobrias y sin estridencias, remiten a Scott Walker.
El cantante cumple su papel de crooner, sin destacar sobre el acompañamiento musical.
Al contrario de muchas bandas que, cuando la inspiración se encuentra en épocas de sequía,
lanzan un grandes éxitos con interpretaciones orquestales de sus temas más
notorios, Erasure se han centrado en un único trabajo. Ello demuestra que,
aparte de tener gran confianza en sí mismos, no consideran necesario reverdecer
caballos de batalla como Stop!, Love to Hate You o A
Little Respect.
Irónicamente,
aunque la dupla siempre ha sido considerada epítome de modernidad gracias a la
utilización de ritmos bailables y secuencias electrónicas, demuestran que su
obra tiene suficiente peso como para recibir un lavado de cara tradicional y
salir airosa del desafío. World Beyond
alcanzó un respetable puesto 47 en las listas de Gran Bretaña y en Estados Unidos
llegó al número 1 en el Billboard de música clásica. Todo un logro a estas
alturas de su trayectoria discográfica.
Como único
defecto, después mostrar sus cartas, el elepé peca de monótono en algunas
ocasiones. En su afán de sonar serios, tranquilos y elegantes, Erasure han
perdido la sensación de riesgo. Hasta la portada —una figura en el mascarón de
proa de un buque que surca un océano embravecido— ofrece una impresión de
continuidad. ¿Cuál de ambos álbumes es mejor? ¿World Be Gone o World Beyond?
Ninguno destaca sobre el anterior, simplemente se complementan.