martes, febrero 02, 2021

RESEÑA "LUZ BLANCA/CALOR BLANCO", CORTESÍA DE DESDE NEW YORK - CRÓNICAS LITERARIAS

Esta es una novela negra de una gran calidad. Aquí se escriben cosas pero que muy buenas… Ambientada en el barrio del Bronx de Nueva York, relata las acciones de nuestro personaje principal Möhler Stark, un maravilloso antihéroe. La tragedia que se cierne sobre él le da el aire de mártir mugriento consagrado por sus adicciones. A pesar de recorrer su propio camino en la oscuridad, no puedo dejar de admirarlo por su tenacidad y la vida que le dio el autor. Quien narra extraordinariamente lo que es el mono de la heroína, se pone en la piel del personaje, respira por él…

Narrada en primera persona, Stark, un asesino a sueldo que en algunos momentos desearía morirse antes que seguir enganchado a la droga; ama demasiado la vida y odia demasiado a los malos. Cuando su mejor amigo es asesinado, encuentra una razón para seguir adelante: poder encontrar al asesino y vengarse.

No es ajeno a la muerte, deja un rastro de cuerpos a través de una ciudad que no le muestra ningún favor. Un antihéroe condenado, incluso su romance parece destinado al fracaso y aun así lo intenta. Lo amas por su persistencia a pesar de las probabilidades en su contra. Entre canciones de Lou Reed, Alexis Brito nos arrastra a una historia de tiros, policías corruptos y clubes de mala muerte. Usando un lenguaje típico del hampa, de los barrios bajos donde los chulos no tienen ni media hostia y las cicatrices del cuerpo te recuerdan a qué lugar perteneces.

Ése es el mundo que recrea Alexis Brito.

Todo empezó un lunes y acabará un domingo. Siete días de matanzas, palizas, huidas y sexo. No vamos a leer torturas desagradables, más bien son todo tiros, aunque hay algún que otro chamuscado con gasolina. Reflexiones de Stark sobre la vida, nos acompañarán en cada una de las páginas. En ellas entenderemos mejor la existencia de un toxicómano o lo duro que puede ser vivir en el lado de los perdedores. Si bien el entorno no es particularmente único, es satisfactorio. Esos callejones oscuros y sombreados, mugre de lugares pecaminosos que huelen a whisky y desesperación. Una historia de crimen clásica y contundente, que atraviesa los barrios marginales, se entretiene con la escoria de las urbes y recuerda las partes peligrosas de las ciudades donde nadie va, excepto los personajes más duros o aquellos que le perdieron el miedo a la muerte, porque ya viven con ella.

Me repito, una gran novela negra donde no falta ni sobra nada. Con un final abierto que puede dar pie a otras futuras historias de un protagonista que ya quisieran muchos escritores haberlo creado.

Lo aplaudo.

Enlace original:

https://www.cronicasliterarias.es/?p=3402