Mira qué problema
de drogas nos han dejado en nuestra puerta. ¿Ir a por los traficantes? Detienes
a un traficante y ocupan su lugar diez más. El único hombre indispensable para
la industria de los narcóticos es el adicto que los compra en la calle. Si das
el tratamiento al adicto de la calle, dejarás sin trabajo al traficante.
William S.
Burroughs
Manual revisado del Boy Scout es uno de los trabajos más
míticos, controvertidos y subterráneos de William Burroughs. Escrito al mismo tiempo que Los chicos salvajes (Grove
Press, 1971), encontramos un ensayo que sirve como guía para derrocar a un
sistema corrupto y anticuado a través de la violencia. La policía, los gobiernos putrefactos, la prensa conservadora, la hipocresía de la religión y —el mayor cáncer
del mundo moderno— la familia, deben ser erradicadas de raíz a través de
disturbios, manifestaciones, atentados terroristas, guerra bacteriológica, golpes de estado y armas de destrucción
masiva.
A diferencia de otros novelistas cuando alcanzan la fama
mundial, lejos de ablandarse, Burroughs siempre fue fiel a su estilo anárquico,
radical y subversivo. Debido a ello, la mayoría de sus ensayos, relatos, cintas, entrevistas y
novelas circularon por el mundillo underground,
sirviendo como inspiración a innumerables artistas plásticos, músicos y escritores
hastiados de lo “políticamente correcto”. Su influencia continúa en la actualidad: un enfant terrible intachablemente vestido, de humor ácido y abrasador, testigo de primera mano de la decadencia humana y el infierno del mundo de los narcóticos, dispuesto a hacer saltar el planeta por los aires gracias al “virus” de la palabra.
Inspirado por los convulsos acontecimientos que hicieron
tambalear los Estados Unidos a finales de la década los sesenta (Vietnam y la
Convención Demócrata Nacional de 1968), Burroughs propone a los jóvenes que
abandonen la actitud pasiva y complaciente con la que han sido educados a favor
de la revolución que, inevitablemente, desembocará en caos, actos sexuales violentos, explosiones y
calles atestadas de cadáveres. Huelga decir que cualquier tipo de moralidad
ante el derrocamiento del sistema, el asesinato o la destrucción, es irrelevante. ¿Acaso el fin no ha justificado los medios desde que
los seres humanos pisaron la faz del planeta?
A diferencia de otras obras experimentales del autor, Manual
revisado del Boy Scout va directa al grano, amena y surreal, con grandes
dosis de visceralidad, humor negro y cinismo. En ella se exponen todos los pasos —creación de armamento casero (pistolas, bombas, armas
blancas), instruir de forma militar a los ¡atractivos! jóvenes necesarios para la causa y métodos más
sofisticados (información/desinformación, guerra biológica, cintas grabadoras, infrasonidos, radiación letal de
orgones)— para entrar en acción. ¿Quién no querría acudir a su puesto laboral después de leer este libro e incendiar la empresa en la que lo tratan como a un
esclavo por un sueldo irrisorio?
La Felguera Editores ha hecho un gran trabajo de impresión. Cabe destacar las ilustraciones interiores, papel de calidad y cubierta con letras color dorado y solapas. Una pequeña obra de arte que, sin duda alguna, hubiera
complacido al mismísimo Burroughs. Muchas editoriales que han
publicado otros libros del autor deberían tomar nota y actuar en consecuencia. No
todos los días (hablamos de un mercado destinado al público mayoritario en el
que novelas de pésimo calado copan las listas de los más vendidos)
tenemos la oportunidad de disfrutar de material inédito del maestro. Por
desgracia, y a título de reflexión personal, nunca hemos contado con ningún visionario a
la altura de Burroughs en España.
Como cierre, una frase que puede resumir el ensayo en su
totalidad, la misma que se adelantó a la anarquía punk: