sábado, noviembre 21, 2015

EDITORS: UN TRIUNFO INCUESTIONABLE

La sala Riviera siempre me ha traído gratos recuerdos. En ella asistí a mi primer concierto importante: la cita fue con los Cure durante lo que se creía su última gira la etapa Bloodflowers. Quince años después el recinto continúa igual que antaño: un lugar pequeño y acogedor con aforo limitado que —a diferencia de los grandes festivales— permite mayor conexión e intimidad con las bandas que pisan sus tablas. Nunca he entendido la mala fama que tiene sobre su sonido porque todas las veces que he estado allí me ha resultado perfecto. Supongo que la próxima vez tendré que plantarme en la barra en lugar de en las primeras filas para comprobarlo. Mientras tanto, prefiero contemplar a las formaciones que me gustan lo más cerca posible.

The Twilight Sad

Sobre las ocho, The Twilight Sad salieron tímidamente al escenario dispuestos a calentar al público. Empezaron con una intensa There's A Girl in the Corner que obligó a prestar atención hasta a los más despistados. El sonido de la banda —denso, taciturno, potente y claustrofóbico— retumbaba con ecos shoegaze a la guitarra, sintetizador y una sección rítmica perfectamente engrasada. It Never Was the Same sirvió de preludio a una fabulosa Nil con la que los asistentes al concierto explotaron. Resulta increíble lo mucho que gana esa canción en directo. 

Cabe destacar la presencia del vocalista del grupo, James Graham, completamente entregado, que parecía flotar a varios centímetros del suelo. Poseído por la música, los párpados cerrados, abriendo y cerrando las manos, y contorsionándose con trances espasmódicos a lo Ian Curtis, no tardó en conseguir que la sala bailara al completo. El final llegó con una apoteósica And She Would Darken the Memory en la que lo dio todo gritando, de rodillas en el suelo y empapado de sudor. Gran espectáculo: los escoceses cumplieron de sobra como teloneros.

Editors

Unos cuarenta minutos más tarde, Editors comenzaron su actuación con la mística No Harm. La voz de Tom Smith —genial como de costumbre— tiene la increíble facilidad de pasar de su tono de barítono habitual al falsete más descarnado. El resto del concierto fue una sucesión imparable de hits que hicieron vibrar hasta el último confín de la sala. El público sintonizó desde el primer minuto con una banda agradecida, simpática y pletórica, saltando y coreando sus canciones. Era palpable que los músicos disfrutaban con la actuación y no pensaban permitir que sus fans se sintieran defraudados por un concierto tibio y sin garra. Todo lo contrario: Smith no cesó de bailar, sonreír, dar palmas y bromear durante toda la actuación, al igual que el resto de la banda. Tocó varias guitarras, el piano y el sintetizador, demostrando que aparte de un vocalista carismático, es un músico muy completo. Dio las gracias innumerables veces y preguntó en repetidas ocasiones cómo se lo estaba pasando el público. ¿Cuántos cantantes indies nacionales se muestran tan cercanos en directo? 

El impecable repertorio desgranó los mejores temas de su discografía: Blood, Life Is a Fear, An End Has a Start, Eat Raw Meat = Blood Drool, Formaldehyde, Bones, Smokers Outside the Hospital Doors en versión acústica, A Ton of Love y Munich. Las canciones de su último disco de estudio —Forgiveness, Salvation y All the Kings— encajaron como un guante con las demás, que fueron desde las guitarras a la electrónica sin fisuras. Para terminar, en el obligatorio bis, Ocean of Night (que podría ser single), una discotequera Papillon y la épica Marching Orders, dejaron a los asistentes pletóricos y exhaustos.  

Sin duda alguna, la noche fue un triunfo incuestionable para ambas formaciones. Espero que no tarden demasiado tiempo en regresar a España para repetir la experiencia. No me la perdería por nada del mundo.   



miércoles, noviembre 18, 2015

ENTREVISTA CORTESÍA DE CANARIAS CREATIVA


El tinerfeño Alexis Brito es autor de varias novelas. Sus relatos y poemas aparecen en I Antología Monstruos de La Razón, I Premio Grup Lobher de Relato Temático, Selección Poesía Erótica Canaria 2013, Antología Steam Tales, Action Tales Antología Pulp, Blue Bayou y otros relatos negros y Western Tales.

Buenos días, Alexis. ¿Quién es Alexis Brito Delgado?

Buenos días, compañero. Siempre he pensado que la mejor forma de conocer a un escritor es a través de su trabajo. En mi blog hablo sobre todo aquello que me interesa: el mundillo literario, relaciones personales, recuerdos, el proceso creativo, música, la sociedad actual, empleo, experiencias personales, etc.

¿En qué género literario podemos encasillarte como autor?

No creo que se me pueda encasillar en ningún género concreto. He escrito Ciencia Ficción, fantasía heroica, relato corto, terror, novela negra, musical, histórica y bélica, autobiografía y poesía. Me gusta innovar, probar estilos, personajes e historias diferentes entre sí. Es la única forma posible de aprender cosas nuevas y no quedarme estancado en los mismos parámetros estilísticos y literarios. Para mí sería terriblemente aburrido escribir sobre el mismo género (o los mismos protagonistas) durante toda mi carrera.       

Ya son varias las novelas que atesoran tu buen hacer. ¿Cómo fue el recorrido hasta conseguir que una editorial abriera sus puertas?

Largo, solitario, difícil y amargo, tal como suele suceder a los escritores sin contactos ni reputación. Terminé mi primera novela a los veinte años y no conseguí que una editorial me concediera una oportunidad hasta los treinta. Fue una década tocando puertas y buscando contactos. Finalmente, a base de humildad y perseverancia, logré mi objetivo. Siendo sincero, pensaba que nunca lo conseguiría. De todas las artes, los novelistas poseen el mayor porcentaje de miembros reconocidos después de muertos. Kafka —un clásico indiscutible venerado por los estudiosos en la actualidad— sería un buen ejemplo. Suerte que no me ha pasado lo mismo.

¿El coraje se forja en seguir intentándolo a pesar de los correos de las editoriales con dulces agradecimientos desestimando tu obra?

Por supuesto. Si permites que los rechazos te afecten, jamás llegarás a ninguna parte en esta profesión. Si no has nacido con una cuchara de plata, colaboras en periódicos importantes o eres tertuliano televisivo, debes confiar en tu obra. Insistir es la palabra clave. El mundo literario es una carrera de fondo; necesitas mucha resistencia para llegar a la meta.     

Repasemos un poco tu andadura novelada. Empezamos por “Dorian Stark”. ¿Qué te aportó dicha obra en lo personal? ¿Qué puede encontrar el lector en ella?

Creé a Dorian Stark con catorce años mientras estudiaba en el instituto y el personaje define perfectamente aquella etapa de mi vida. Durante diez años escribí a todas las editoriales especializadas en Ciencia Ficción españolas y evidentemente fue rechazada por “su escasa calidad literaria”. Cuando fue publicada, aparte de sentirme satisfecho conmigo mismo, llegué a la conclusión que había elegido el camino correcto. Dorian es un antihéroe atormentado por su pasado, drogadicto y perdedor. Desprecia su vida, su profesión y los numerosos crímenes que ha cometido. Me fascinan los personajes complicados, consumidos por la culpabilidad y en conflicto consigo mismos. La novela —el principio de una saga de cinco libros que aún no he conseguido sacar adelante— está influenciada por películas como Blade Runner, Mad Max y 2001: Una odisea en el espacio.          

Háblanos de tu novela de fantasía “Wolfgang Stark: El último templario”.

Wolfgang Stark es uno de mis personajes favoritos. A mediados del año 2000, como no encontraba la manera de publicar mis libros, inspirado por Robert E. Howard, decidí pasarme al relato corto y probar suerte con fanzines digitales y revistas literarias. Nuevamente, volvemos a encontrarnos con un personaje devorado por sus demonios internos, insatisfecho con su destino y sumido en una perpetua guerra espiritual que lo obliga a vagar por el mundo enfrentándose a los poderes de la oscuridad. El género fantástico se encuentra encorsetado en una serie de clichés —mundo ficticio, dragones, magia, princesas, razas exóticas, espadas encantadas— que no me apetecía repetir. Por ello decidí mezclar la mitología europea con la realidad histórica para ambientar las aventuras del protagonista. A los lectores les ha gustado mi enfoque y las críticas sobre la obra han sido positivas.        

En 2013 saltas a la aventura en la Europa invadida por ejércitos napoleónicos. Háblanos de “Soldado de fortuna”. ¿Cómo se desarrolla esta tercera incursión literaria en editorial?

Al igual que El último templario, Soldado de fortuna nació como una serie de cuentos publicados en Internet. Llevaba mucho tiempo escribiendo sobre personajes torturados y necesitaba dar un giro radical en mi obra. Terminar la novela me llevó cuatro años y debo reconocer que me siento feliz por el resultado. Konrad es un individuo completamente distinto a los otros miembros de la familia Stark: arrogante, vanidoso, cínico, burlón y vividor. Decidí crear a un superviviente con una moral ambigua acorde a la necesidad del momento.

Las Guerras Napoleónicas fueron un momento crucial en la historia de Europa: despotismo, robo, millones de fallecidos, coaliciones, política imperial, alianzas y destrucción a mansalva. Llegué a la conclusión que era el marco perfecto para un personaje de estas características y, en vez de centrarme en el drama, elegí el humor negro como revulsivo entre tanta estupidez, locura y tragedia. De hecho, he vuelto a retomar sus aventuras y me gustaría incluir las nuevas historias en una futura (espero) segunda edición del libro.    

Quienes lean esta entrevista, pueden creer que hablamos de tres historias independientes, pero existe un nexo común: la familia Stark. ¿Cómo nace esta premisa común previa a los libros?

Siempre me han agradado las novelas unidas por un nexo común. En mi caso, tengo a los Stark para ahondar en diferentes estilos literarios. Era el mejor modo de cambiar de género y conservar coherencia interna dentro de mi obra. Escribir al azar, sin un plan establecido, confunde a los lectores. En mi saga pueden encontrarse referencias a otros personajes y acontecimientos vividos por los mismos. Con suerte, al público le picará la curiosidad y querrá leer historias de otros miembros de la familia. Un poco como el Ciclo del Multiverso de Michael Moorcock; todos los campeones eternos se encuentran relacionados entre ellos de una manera u otra.   

Y claro, supongo que muchos creerán que tiene algo en común con los Stark de la serie de novelas Canción de hielo y fuego, del escritor George R. R. Martin “Juego de Tronos” o más conocidas por la serie “Juego de Tronos”.

Nada más lejos de la realidad. Llevo utilizando el apellido Stark desde 1994. Reconozco que he leído las cinco novelas principales de la saga y soy fan acérrimo de la serie pero ello no me ha influido como novelista. Como es lógico, todo el mundo lo relaciona con el universo de George R.R. Martin. Una feliz coincidencia, sin duda alguna.

“Gravity Grave” es, por ahora, tu última obra publicada. Una noche de juerga contada desde el punto de vista de un narrador anónimo.

Aparte de la familia Stark, he escrito novelas musicales (por denominarlas de alguna manera) y autobiográficas. Gravity Grave es una mezcla de ambos estilos. Quería narrar sobre la situación política, social y musical de Inglaterra a finales de los ochenta. Gravity es el viaje iniciático de un joven que, gracias a sus amigos, las drogas, la buena música y las noches de fiesta, decide convertirse en escritor. Huelga decir que para crear al personaje principal (el narrador anónimo) me basé en experiencias ajenas y propias. Me gusta pensar que el libro es ácido, crudo, directo y sencillo de leer. Otro giro de tuerca que espero que tenga una segunda parte ambientada en el britpop: This Is Music.         

Cuando un autor ha publicado ya varias novelas, ¿se facilita la publicación de las próximas o es una presión añadida por los referentes anteriores?

Todo continúa igual que cuando empecé a escribir. Este último año he recibido unos treinta rechazos editoriales. Supongo que, como no soy un autor famoso, los editores continúan sin pasar del título de la novela. Te aseguro que si hubiese despachado cien mil ejemplares de Gravity Grave o cualquiera de mis otros libros, tendría un buen número de propuestas sobre mi mesa. ¿Qué puedes hacer el respecto? Te encoges de hombros y continúas adelante. Lo fundamental es sentirme realizado con mi trabajo. La vanidad literaria es el primer paso hacia la decadencia de los novelistas. Existen un millón de escritores mucho mejores que yo que no han logrado publicar en vida; me siento muy afortunado por haberlo conseguido siguiendo mis propias normas.  

¿Cómo empiezas el proceso de creación? ¿Eres de los que se sientan a escribir directamente o de quienes se preparan todo un argumentario previo?

El proceso creativo se divide en tres partes: la historia, una sinopsis detallada que me ayude a llegar al último capítulo y toda la documentación que sea necesaria. Admiro a los novelistas que afirman improvisar sobre la marcha y escriben auténticas genialidades dignas del Premio Nobel. Para bien o para mal, en mi caso no funciona.

¿Qué tienes ahora mismo entre manos?

Trabajo en mi blog todos los meses, escribo historias de viejos personajes, realizo reseñas literarias de escritores que admiro y me gustaría empezar la secuela de Gravity Grave a finales de año. El 2015 ha sido reflexivo a nivel literario; he preferido centrarme en la vida real antes que en la ficción. Necesitaba un descanso y acumular experiencias de cara al futuro. 

¿Se puede vivir la literatura? ¿Qué dirías a quienes leyendo esta entrevista creen que tienen algo que contar?

Si trabajas para una editorial poderosa que promociona tu obra masivamente, la publicita en todos los medios y la distribuye en librerías y grandes superficies, puedes vivir de la literatura. ¿Con cuántos escritores de la talla de Dostoievski contamos en la actualidad? La mayoría de los novelistas que triunfan en los tiempos que corren lo hacen gracias a monstruosas campañas de marketing, el boca a boca y la adaptación cinematográfica de rigor. Echa una ojeada a la lista de los diez más vendidos: best sellers con mucho diálogo, historias de fácil consumo y personajes estereotipados. A diferencia de antaño, el talento se ha convertido en algo secundario. 

¿Algún consejo que darías a quienes hacer su camino, antes de hacer pública su obra?

Ser fieles a sí mismos, escribir sobre lo que les apetezca y no pagar un céntimo por publicar.

Hablemos de la literatura canaria. ¿Cómo definirías el momento actual?

Por primera vez muchos años han surgido una serie de autores que han abandonado el tradicional modelo ambientado en la Guerra Civil. Es un alivio comprobar que las historias ubicadas en el archipiélago han dado paso a propuestas como la novela negra, la fantasía, el terror o el thriller psicológico. Las editoriales canarias deberían evolucionar y tomar nota de este pequeño detalle para que los novelistas autóctonos no tengamos que enviar nuestros manuscritos lejos de casa.   

¿Puede existir una industria dedicada a contar historias desde las islas hacia el exterior?

Evidentemente. El problema es el escaso apoyo por parte de los editores, medios, bibliotecas, subvenciones y organismos culturales hacia los autores canarios. El arte, en líneas generales, está condicionado por los gustos de unos pocos que suelen dar preferencia a sus amistades. Siempre hay espacio para los Carnavales, romerías, verbenas de barrio, fútbol y demás. Para la literatura, no tanto.

¿Es Internet el futuro de la distribución literaria?

Internet es una herramienta que te permite llegar a cualquier rincón del mundo. No creo que la literatura en papel desaparezca tal como los más optimistas llevan años vaticinando. La gente sigue asistiendo al cine, conciertos, exposiciones, comprando música, cuadros y películas. ¿Por qué la literatura tendría que ser diferente?

Pasemos al test rápido: un referente de la creación literaria.

Arthur Rimbaud

Un libro que debe estar en toda estantería que se precie:

El almuerzo desnudo de William Burroughs

Un escritor referente internacional:

Michel Houellebecq

Uno nacional:

Arturo Pérez Reverte

Uno de las islas.

Benito Pérez Galdós

¿Papel o digital?

Papel, por supuesto.

¿Qué es la inspiración?

Un estado creativo que dura tres meses al año.

¿Banda sonora para trabajar?

Cualquier disco que encaje con lo que se está escribiendo.

Para celebrar el fin de una novela….

Citando a Loquillo: Chanel, cocaína y Don Perignon.

¿En qué andas metido ahora mismo?

Escribiendo un artículo sobre El Coloso de Marusi de Henry Miller. 

¿Plan a largo plazo?

Ser feliz o por lo menos intentarlo.

Nada más por mi parte. ¿Deseas añadir algo?

Ha sido un placer charlar con ustedes. Gracias por la entrevista, Sergio.

¡Muchísimas gracias y suerte en la andadura!


Enlace original:




lunes, noviembre 09, 2015

NEW ORDER: "MUSIC COMPLETE"



Una década desde su último disco de estudio, parones musicales, disputas internas, proyectos paralelos, el abandono (de muy malas maneras) del bajista fundador Peter Hook y el lanzamiento de los descartes de su anterior álbum como material oficial (Lost Sirens, Rhino, 2013), presagiaban que New Order habían pasado a la historia. Para sorpresa de la industria y de sus sufridos seguidores, los mancunianos han vuelto a la carga con un trabajo que aunque no se encuentra entre sus grandes logros ha sido bien recibido por los críticos y se ha desempeñado mejor en las listas que Get Ready o Waiting For The Siren’s Call
      
La publicación de "Restless" como avanzadilla de su nuevo álbum hizo arrugar el ceño a los más escépticos que no tardaron en comparar la canción con "Krafty", "Hellbent", "Crystal" o "Regret" (del lejano Republic de 1993). A pesar de ello, Music Complete rezuma sobriedad, clasicismo y una vuelta a los sonidos poperos, hedonistas, ochenteros y bailables que los hicieron famosos. Las letras, tal como suele suceder con la banda, carecen de profundidad y se centran en las relaciones personales/desamor. Detalle que, lejos de empañar el disco, le proporciona una pátina de ligereza que encaja como un guante con el mismo.  

Al margen del diseño de Peter Saville (portadista de la mayoría de sus trabajos), la vuelta de Gillian Gilbert a los teclados y la incorporación de Tom Chapman como miembro oficial, el disco destaca por la cantidad de colaboradores implicados: Richard X, Elly Jackson (La Roux), Tom Rowlands (Chemical Brothers), Iggy Pop y Brandon Flowers (The Killers). Temas destacables como "Singularity", "Plastic", la italo-disco "Tutti Frutti" (con recitado de Giacomo Cavagna incluido), "People On The High Line", "Nothing But A Fool", "Unlearn This Hatred" y la nostálgica "Superheated" hacen que valga la pena comprar el álbum. Un elepé de asimilación lenta que, dadas las circunstancias y los baches por los que ha pasado el grupo, ha resultado más satisfactorio de lo esperado.